OJOS VERDES
(Rafael de León y Salvador Valverde)
“Apoyá” en el quicio de la mancebía,
miraba encenderse la noche de mayo.
Pasaban los hombres y yo sonreía,
hasta que en mi puerta paraste el caballo.
¡Serrana! ¿me das candela?
y yo te dije: gaché,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré
Dejaste el caballo y lumbre te di
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos “pa” mí.
Ojos verdes,
Verdes como la albahaca,
verdes como el trigo verde,
y el verde, verde limón.
Ojos verde, verdes
con brillo de faca
que se han “clavaíto” en mi corazón
“Pa” mi ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vida son.
Ojos verdes,
verdes como la albahaca,
verdes como el trigo verde,
y el verde, verde limón.
Vimos desde el cuarto despertar el día,
y sonar el alba en la torre la vela.
Dejaste mi cuerpo cuando amanecía,
y en mi boca un gusto de menta y canela.
¡Morena! para un vestido
yo te quiero regalar.
Yo te dije: ¡estas cumplido!
No me tienes que dar “ná”
Subiste al caballo,
te fuiste de mi
y nunca otra noche más bella de Mayo
he vuelto a vivir.
Ojos verdes,
verdes como la albahaca,
Ojos verdes,
verdes como la albahaca.
Ojos verdes,
verdes como la albahaca.
“Apoyá” en el quicio de la mancebía.
“Apoyá” en el quicio de la mancebía.
“Apoyá” en el quicio.